Con respecto a la vacuna, predominaron los estudiantes que se habían vacunado. En el 2021, más del 60% tenía al menos una dosis y en el 2022 más del 95%. La razón más frecuente para no vacunarse que dijeron los que no lo habían hecho fue la falta de disponibilidad, ya sea porque aún no le correspondía a su grupo en el momento que se obtuvo la información o porque no había disponibilidad en su región de residencia, aunque también debe resaltarse que en el 2021 la cuarta parte de la muestra dijo que no lo había hecho por miedo a los efectos secundarios. En el 2022, solo 6 estudiantes no se habían vacunado: 1 dijo por no estar disponible en su región, 2 dijeron que porque no les interesaba y 3 por miedo (1 por miedo a los efectos de la vacuna contra el COVID-19, y 2 por fobia a vacunarse). Este resultado es consecuente con que predominaron los estudiantes con alta confianza hacia las vacunas.

No se encontraron diferencias significativas entre el 2021 y el 2022 con respecto a las actitudes hacia la vacunación, salvo para el miedo a los efectos adversos, que disminuyó significativamente en el 2022. Las variables con valor predictivo de la vacunación fueron ser solo estudiante (1,5% de mayor probabilidad de haberse vacunado), haber perdido alguna persona cercana por fallecimiento a causa del COVID (1,5%), edad (a mayor edad, mayor probabilidad), el nivel socioeconómico (a menor nivel, menos probabilidad de haberse vacunado), importancia dada la MCA de no salir de casa (menor en los vacunados), la confianza en las vacunas (a mayor confianza, más probabilidad) Predominaron los estudiantes con bajo bienestar, lo cual es consecuente con las numerosas publicaciones nacionales e internacionales sobre el impacto negativo de la pandemia en la salud mental de la población general y de los jóvenes en particular. Al igual que en otros estudios, encontramos evidencia empírica de dos dimensiones del bienestar: la hedónica y la eudaimónica.

Las características personales individuales fueron las variables con poder predictivo del bienestar, específicamente la extroversión, la estabilidad emocional, la responsabilidad, el afrontamiento resiliente y el optimismo, que predicen significativamente tanto la dimensión hedónica como la eudaimónica, lo que coincide con lo encontrado en numerosos estudios. Sin embargo, también encontramos que variables circunstanciales, como el nivel socioeconómico y la frecuencia de práctica de las MCA, se asociaron de manera diferente con las dimensiones del bienestar. El nivel socioeconómico predijo los resultados de bienestar subjetivo (hedónico), pero no el bienestar eudaimónico, el cual se asoció al cumplimiento de las medidas de autocuidado. Se hizo el examen de las propiedades psicométricas de los instrumentos que no se habían validado en Colombia, y se obtuvo informaciones para su interpretación.

Además, como parte de nuestra colaboración internacional, se obtuvieron los siguientes resultados adicionales: